Exposiciones solares intensas, envejecimiento, uso de
anticonceptivos orales, embarazos, empleo de ceras depilatorias, ingesta de
medicamentos fotosensibles y hasta el fototipo de piel oscura, pueden ser la
causa del surgimiento de esas terribles manchas oscuras en la piel, de color
marrón o café, denominadas melasmas, que es la respuesta de nuestro organismo
al incremento de la melanina como consecuencia de los factores antes citados.
El rostro (mejillas, frente y labio superior), mentón, cuello
y antebrazos, son algunos de los lugares donde aparece con mayor frecuencia…
El melasma facial se ha convertido, a lo largo de los años,
en la mayor preocupación de todos aquellos que luchan por mantener una piel
perfecta. ¿Las principales víctimas? En un 90% las mujeres, aunque los hombres
también corren el riesgo de padecerla. Sin duda alguna es, principalmente, un
problema estético.
Los especialistas identifican tres tipos de melasma: El
epidérmico es de color marrón; el dérmico, gris azulado y el mixto es de un
color pardo-grisáceo, una combinación de los anteriores.
El diagnóstico debe ser realizado por profesionales de la
dermatología, quienes se apoyan empleando un dermatoscopio y luz de Wood, lo
que les posibilita diferenciar estas manchas de otras que podrían ser tumores o
precancerosas. Para comprobar su profundidad, actualmente se cuenta con
fotografia digital que permite diferenciar la presencia de manchas UV, manchas
marrones y si tienen o no un componente vascular.
Un diagnóstico correcto de las manchas por parte del
dermatólogo debe determinar el tipo, la profundidad de las lesiones y el
tratamiento más adecuado para cada caso.
En aquellos casos en los cuales el melasma es producido por
el embarazo, éste tiende a desaparecer, en la mayoría de las veces, posterior al
parto. En las otras situaciones, pueden durar varios años. Es impredecible.
Entonces cabe preguntarse: ¿Qué opciones de tratamiento existen para los
melasmas?
El cuerpo humano elabora dos tipos de melanina, que es el
elemento responsable de la pimentación de la piel: la feomelanina (de color
rojo, anaranjado o amarillo) y la eumelanina (va de marrón oscuro a negro).
Esto es la causa de que existan una gran variedad de tonos de la piel.
Para controlar y disminuir el exceso de melanina y, en
consecuencia, la aparición de manchas, se recomienda el empleo de
despigmentantes como el ácido tranexámico, ácido kójico, ácido tióctico,
4-Butilresorcinol, ácido azelaico, alfa-arbutina, antioxidantes como las
vitaminas C y A, el ácido ferúlico, buscando los siguientes resultados:
- ·
Interferir la biosíntesis de melanina e inhibir
la tirosinasa.
- ·
Evitar y aclarar pigmentaciones indeseadas.
- ·
Unificar el tono de la piel.
- ·
Potenciar la actividad antioxidante.
Estos principios activos pueden ser encontrados en cremas
de aplicación tópica. También en peelings químicos y soluciones para ser
aplicadas mediante micropunción. Otros tratamientos médicos pueden ser láser Spectra NdYAG 1064 nm modalidad Toning.
Todo dependerá del tipo de melasma que determine el médico especialista.
Además se aconseja usar protección solar adecuada para cada
tipo de piel y cada época del año.
Con estos tratamientos, seguidos al pie de la letra, se
puede incluso lograr su eliminación permanente, siempre y cuando no se
presenten nuevamente los factores que lo provocaron: embarazo, ingesta de
determinados medicamentos, excesiva exposición al sol y alteración hormonal…
Se recomienda la visita al médico especialista, quien
siempre tendrá el diagnóstico acertado y el tratamiento indicado.
Dra. Zulay Rivera
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