martes, 27 de agosto de 2019

El deporte, como estilo de vida, también puede ser sinónimo de afecciones en la piel

Hacer deportes es mejorar tu calidad de vida. Es contribuir con tu salud integral, es cuidar tu cuerpo. Y más aún si todo ese ritual de ejercicios físicos, se acompaña con un estilo de vida saludable, que incluya una alimentación balanceada.


Pero, como en toda condición, seamos un atleta élite o tan solo un amateur, hay ciertas afecciones dermatológicas que atentan contra la salud de la piel de los deportistas, de las cuales es casi que imposible escapar.

Aquellas personas que practican intensa o regularmente actividad física, pueden ser blanco fácil de infecciones fúngicas, víricas y bacterianas, reacciones alérgicas, irritaciones y otras dolencias derivadas de agresiones medioambientales y traumatismos. 

Según estadísticas del Colegio Americano de Medicina del Deporte, aproximadamente un 21% de los atletas que acuden a las consultas, lo hace por problemas dermatológicos. Ello obliga a observar prevención y protección eficaz, así como un adecuado tratamiento cuando sea necesario.

Según el deporte, la frecuencia, la indumentaria y las características propias de cada individuo, su piel es propensa a afecciones de distinta índole.

Entre las más frecuentes destacan aquellas originadas por microorganismos causantes de infecciones, el medio ambiente (climas demasiado calurosos, exceso de sol, humedad, entre otros), reacciones alérgicas (a veces causadas por el roce de la indumentaria empleada), irritaciones y traumatismos.

Infecciones


Estas se clasifican en bacterianas, fúngicas y víricas y se originan al perder la piel, la facultad de protegerse de los factores externos, o cuando los microorganismos alteran el equilibrio defensivo de la misma. 

En el caso de las bacterianas, son las más comunes en los atletas. No suelen ser graves y responden muy bien a los tratamientos. El impétigo, la foliculitis, los forúnculos y abscesos, las celulitis y erisipelas, la queratólisis punctata y el eritrasma, son de las más comunes.

Las infecciones fúngicas superficiales afectan sobre todo los pies. El compartir duchas, zapatos y otros implementos para practicar ejercicios es muy común entre los atletas, ante lo cual es posible prevenirlas y en caso de padecerlas, aplicar el tratamiento adecuado. 


Entre ellas podemos citar la dermatofitosis o tiñas causada por microorganismos presentes en el ambiente (suelo) como en humanos y animales. Infectan piel, cabello y uñas. La zona del cuerpo afectada, determina su clasificación: tinea capitis (cabeza y el cuero cabelludo), tinea corporis (cuerpo), tiña inguinal o tinea cruris (ingles, piernas), tinea pedis (o pie de atleta) y onicomicosis (uñas).

En el rango de las infecciones víricas inciden factores que, como la sudoración excesiva, ropas ocluidas (pegadas al cuerpo) y el roce con otros deportistas, aumentan el riesgo. Entre ellas se identifican el herpes simple, herpes zóster, molusco contagioso y verrugas vulgares, las cuales son muy frecuentes entre los atletas.

Reacciones alérgicas e irritativas


Con la evolución de la ciencia en aspectos deportivos, los materiales con los que se elaboran ciertos implementos e indumentarias para su práctica también han avanzado, empleándose para ello compuestos químicos. Algunas personas suelen ser más sensibles en determinadas partes de su cuerpo, lo que se traduce en alergias e irritaciones. Entre ellas tenemos dermatitis de contacto e irritativa, la urticaria y el angioedema.

Dermatitis de contacto es la reacción inflamatoria de la piel en respuesta a determinado material que puede ser irritante. También puede ser la reacción de nuestro sistema inmunológico ante cualquier sustancia específica que actúa como sensibilizante.

En lo que corresponde a urticaria y el angioedema, son la reacción de nuestra piel ante distintos procesos inmunológicos e inflamatorios, originados por diversos factores.

Y en lo que concierne al medio ambiente…

La práctica de deportes al aire libre supone el someter la piel a las variaciones del medio ambiente. Frío, calor, agua, humedad, viento, polvo y otros factores, inciden directamente en afecciones de la piel de los atletas, especialmente en el cutis.

Diversas son estas dolencias, entre las cuales identificamos:

  • Fotoenvejecimiento y quemaduras, 
  • Xerosis (resequedad), 
  • “Pelo verde” (común entre los nadadores de cabello y piel clara)

Y estas otras que, aunque no son causadas por el medio ambiente, también son motivo de consulta frecuente al especialista:

  • Traumatismos (por fricción constante con el material del equipo o indumentaria empleado para realizar deportes), 
  • Uñas encajadas: empleo de calzado inadecuado que no se adapta a la forma del pie
  • Talón negro (petequias de distribución horizontal en el extremo superior del talón, asintomáticas), también puede darse en las manos. Dependerá del deporte que se practique (escaladores, golfistas, gimnastas, tenistas y basquetbolistas) y de la fricción con zapatos, raquetas, bates y otros implementos
  • Pezón del corredor (roce constante con camisetas o sujetadores de materiales fuertes)

Lo importante es saber que en cualquiera de los casos y las dolencias antes citadas, siempre es de suma importancia contar con la opinión de un médico especialista en estos temas.

Unimel ofrece medicina de vanguardia y profesionales de la medicina que están en todo momento aptos para ofrecerle la más completa atención integral. Un buen diagnóstico y el tratamiento adecuado son elementos clave, para superar con éxito cualquier dolencia que pueda afectar el normal desenvolvimiento de la actividad deportiva.

Dra. Ingrid Rivera
Unimel

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miércoles, 21 de agosto de 2019

El escote y cuello también requieren de cuidados…



Entre las áreas más sensibles de la piel, se encuentran el cuello y el escote… Ellos requieren de cuidados especiales, por cuanto son delatores del paso del tiempo…

Se hace evidente la pérdida de firmeza en esas zonas. La piel que allí se encuentra, es finísima, casi tanto como la del contorno de los ojos, debido a que allí hay menor presencia de glándulas sebáceas (se deshidrata y seca fácilmente) y casi nada de grasa subcutánea. De igual manera, está muy expuesta a agresiones como el exceso del sol y la polución.

En reiteradas oportunidades, hemos leído que debemos cuidar la piel de ese lugar de nuestro organismo, con los mismos productos que aplicas para el cuerpo… Pues no es así! En todo caso, deben ser tratados con los serums o cremas que empleas para el rostro, ante lo cual sugerimos no detener los cuidados de la piel en la barbilla… Continúa bajando hasta el cuello y escote. Tu piel te lo agradecerá.

Esa zona  requiere también de limpieza, tonificación, hidratación, mucha protección solar y, por qué no, hasta exfoliación! Y, aunque no lo creas, el adoptar una postura erguida al hablar por teléfono, ver televisión, estar frente a la computadora ayuda en el mantenimiento de la firmeza, retardando la aparición de las terribles líneas de expresión.

Tradicionalmente no le prestamos a la piel del cuello y el escote, la misma atención que damos al resto de nuestro cuerpo. Allí incurrimos en un terrible error. Comenzamos a preocuparnos realmente cuando, al bajar la cabeza o estar frente al espejo, los signos de la edad comienzan a manifestarse sin piedad…

¿Y qué hacer?

Los especialistas en salud y belleza, señalan que es a partir de los 25 años, cuando comienzan a manifestarse en nuestro cuello y escote, algunos signos de la edad. Muchas se preguntarán si no es muy pronto. Pues no. La delicada piel de esa área del cuerpo, como hemos indicado anteriormente, hace posible que a temprana edad podamos ya evidenciar unas pequeñísimas arrugas (verticales), y si no hemos sido cuidadosas en nuestros hábitos ergonómicos, pues las consecuencias pueden ser aún mayores.

Y también al dormir…

Por ello te recomendamos además, que seas muy cuidadosa al elegir tu almohada. Vas a pasar un montón de horas en su compañía, y lo más lógico es que te proporcione beneficios, sobre todo para tu postura, lo que incidirá positivamente en la no aparición prematura de arrugas en el cuello y escote.

Una almohada dura y alta, que compense el espacio entre hombros y cabeza, es la más recomendada para aquellas personas que duermen de lado. Si lo haces boca arriba, sugerimos el empleo de una más plana. Se busca, en todo caso, no forzar el cuello, y que este respaldo ayude a mantener la fluidez de la línea del cuello respecto a la columna, sin forzarla.

Arrugas del cuello

En el caso de las arrugas del cuello, la ciencia médica ha evolucionado a pasos agigantados durante la última década. Se identifican tres de ellas:
  • Horizontales: factores genéticos inciden en su aparición
  • En la base del cuello
  • Pequeñas líneas finas: originadas por el proceso de envejecimiento, flacidez y cambios hormonales
Se recomienda el empleo de colágeno, mesoterapia con vitaminas, aminoácidos, carboxiterapia para mejorar la microcirculación aportando a la zona más O2 y nutrientes, Hilos de PDO para realizar un efecto tensor y bioestimulación con Factores de Crecimiento de Plaquetas

Arrugas y manchas del escote

Hiperpigmentaciones (manchas) y lesiones vasculares, asociadas generalmente a procesos de fotoenvejecimiento, debido a exposición solar prolongada, son los casos en los que con mayor frecuencia se asiste a consultas con especialistas. 

En estos casos, los médicos, especialistas en dermatología y medicina estética, sugieren peelings químicos  como tratamiento eficaz para las manchas. Se realizará una exfoliación controlada de esta zona en concreto, ayudando a la piel a hidratarse, a verse con mayor luminosidad, con reducción de las arrugas finas y eliminación de la hiperpigmentación.

Es importante tener en cuenta que sólo un profesional médico será el responsable de diagnosticar y asesorarle en el tratamiento a segur, el que mejor se adapte a su patología específica. En Unimel podemos ofrecerle la atención debida, con especialistas en dermatología y medicina estética, dispuestos a ofrecerle seguridad y cuidado integral de su salud y belleza.

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domingo, 18 de agosto de 2019

Hablemos de…. Ginecología

El útero, la vagina, los ovarios… En fin, el sistema reproductor femenino, es el área donde mayormente concentra su atención la especialidad médica que conocemos bajo el nombre de Ginecología. El término se deriva del griego γυναίκα gynaika "mujer",  que significa ciencia de la mujer. 

La historia nos cuenta que Soranus de Efeso, de la escuela metodista,  fue el nombre del médico griego, al cual se le conoce como el primer autor de un texto sobre la Ginecología. 


También se ha indicado que el papiro ginecológico es otro de los textos médicos  más antiguos, y data aproximadamente del año 1800 a. C., y que se refiere a afecciones típicas del sexo femenino, tales como dolencias ginecológicas,  fertilidad, embarazo, anticoncepción, entre otros. Consta de 34 secciones, cada una de las cuales hace referencia a un malestar en específico, indicando posible diagnóstico y tratamiento, aunque ninguno de ellos de carácter quirúrgico. Solo se refiere al empleo de medicamentos en la zona del cuerpo afectada o su ingesta. 

Al igual que en toda las especialidades médicas, sus principales  herramientas la constituyen la historia clínica y el examen. El chequeo ginecológico es bastante íntimo, es mucho más que un examen de rutina, requiriendo de instrumentación única como el espéculo.

¿Y cuáles son esas afecciones?

Los especialistas en ginecología se dedican al diagnóstico y tratamiento de síntomas asociados a:
Cáncer y enfermedades pre-cancerosas de los órganos reproductivos
Cáncer de mama
Endometriosis
Problemas del suelo pelviano
Incontinencia urinaria
Amenorrea y Dismenorrea
Infertilidad
Menorragia 
Menopausia y desordenes hormonales
Prolapso de órganos pélvicos, 
tan solo por citar alguna de estas enfermedades.

La especialidad también abarca lo relacionado con problemas de infertilidad, tanto en el aspecto diagnóstico como en todo lo referido a los tratamientos de reproducción asistida en sus distintas variantes (inducción de ovulación, inseminación artificial, fecundación in vitro, microinyección espermática, diagnóstico genético preimplantacional.

En la actualidad, la mayoría de los ginecólogos también son obstetras, por cuanto sus conocimientos y experiencia van de la mano con todo lo relacionado con la reproducción humana, incluyendo la gestación, el parto y el puerperio.

Ginecología Estética: Más funcional que moda


En el transcurso de los últimos años, mucho se ha avanzado en materia de medicina ginecológica.  La estética ha ganado terreno en diversas especialidades médicas, destacando entre ellas la Ginecoestética, que busca ofrecer a las féminas, una mejor calidad de vida íntima.

La mayoría de las mujeres suele prestar atención a los cambios que suceden en su cuerpo, y aunque usted no lo crea, también en todo aquello relacionado con sus genitales. El paso del tiempo, los embarazos, así como algunas otras afecciones, pueden dar lugar a cambios notablemente visibles en la morfología de esa importante del cuerpo, así como a incomodidad y disfuncionalidades durante el acto sexual,  y comienza su preocupación por el aspecto, la morfología y funcionalidad de sus genitales.

Esos cambios, aunque no visibles para los demás, de alguna u otra manera, influyen en la autoestima de un gran número de mujeres.

La ginecología estética ofrece no sólo embellecimiento a sus partes íntimas, sino que mejora su calidad de vida a nivel fisiológico, sexual y anímico.

Esta especialidad médica, ofrece tratamientos de acuerdo a la complejidad de cada caso. Algunos de ellos son mínimamente invasivos, ante lo cual pueden ser realizados en un consultorio a veces sin necesidad de sedación, mientras que otros requieren ser llevados a cabo en ambientes quirúrgicos, con anestesia local y apoyo médico.

Entre los tratamientos poco invasivos o de baja complejidad, podemos mencionar:
Peeling físicos y químicos.
Tratamientos cosméticos de piel 
Lipolisis químicas.
Mesoterapias de piel y mucosas.
PRP piel semimucosas y mucosas.
Implantes -ácido hialurónico, hidroxiapatita de calcio-

En cuanto a los que requieren apoyo quirúrgico destacan:
Corrección quirúrgica de labios menores.
Corrección quirúrgica de capuchón del clítoris.
Restauración de labios mayores, lifting colgados.
Lipoaspiración y lipomodelación.
Lipotransferencia.

En todos los casos, siempre se requiere del apoyo, diagnóstico y tratamiento de un profesional médico. En Unimel contamos con personal de estas especialidades quienes le guiarán en sus requerimientos, indicándoles cuáles son los que le benefician de acuerdo a su dolencia particular.

Unimel

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jueves, 8 de agosto de 2019

Microbiota: 100 billones de bacterias habitan en tu organismo…

Nuestro organismo tiene aproximadamente una población de 100 billones de microorganismos que habitan en él, en una relación totalmente asombrosa: Nosotros nos beneficiamos de ellos, y ellos a su vez de nosotros.

Muchas personas aún creen que todas las bacterias son dañinas, pero a lo largo de diversas investigaciones, se ha descubierto que la mayoría de ellas son las responsables de llevar a cabo una serie de funciones vitales, tales como la intervención en la expresión de genes y prevención de enfermedades… Por estas características ha sido denominado el “órgano perdido” o el “genoma extendido”.

Conocemos como microbiota normal, flora microbiana normal o microbioma humano, al conjunto de microorganismos que convive en diferentes lugares del cuerpo humano en individuos sanos.

A pesar de tener más bacterias que células propias, el microbioma solo son 200 gramos aproximadamente de toda la masa del cuerpo humano

Entre la microbiota normal y el “hospedador” (el individuo) existe una relación simbiótica

ya que los microorganismos ayudan en la digestión del alimento, producen vitaminas y
protegen contra la colonización de otros microorganismos que pueden ser patógenos, lo cual es llamado antagonismo microbiano.

La microbiota generalmente está compuesta por bacterias, virus y hongos. Predomina el  microbioma humano bacteriano y tiene una influencia mayor sobre la salud. Actualmente se sabe que millones de bacterias están jugando un papel esencial en la regulación de un alto número de procesos fisiológicos. Entre ellos destacan la actividad de las enzimas digestivas, la síntesis de vitaminas del complejo B, la interacción con el sistema inmunológico, o la protección frente a organismos patógenos, entre otros.

El microbioma total está constituido por la microbiota del tracto gastrointestinal, nasofaringe, piel y vagina. Y, aunque sigas mostrando incredulidad, existen microorganismos en todos los órganos y sistemas del cuerpo humano.

La microbiota del colon y recto constituyen la colonia más numerosa y diversa. La densidad microbiana puede alcanzar entre 1-2 kg de nuestro peso corporal y agrupa a más de mil especies diferentes. Todo un zoológico! Todas determinan la diversidad y características de la microbiota personal.

Tres familias de bacterias hacen vida en ese ecosistema: Firmicutes (gram-positivos), Bacteroidetes (gram-negativos) y Actinobacterias (gram-positivos). No obstante a que la microbiota del intestino es estéril desde su nacimiento, a los pocos días comienza el proceso de colonización y ya en el primer año de vida estará completamente habitado.

El “segundo cerebro”

Se dice que la microbiota intestinal, puede llegar a modular los niveles de serotonina, un neurotransmisor relacionado con los estados de ánimo. De allí, el nombre que le han dado algunos científicos quienes no han dudado en llamarla el “segundo cerebro”, ya que carga consigo un volumen de información tan extenso, que el nutricionista español Miguel Aganzo Yeves, del Hospital madrileño Rey Juan Carlos, ha afirmado que “la flora intestinal es un componente más a tener en cuenta en el tratamiento de las enfermedades”.


Es importante saber que toda persona posee una microbiota diferente y evoluciona con el paso del tiempo debido a factores fisiológicos tales como la edad, menopausia, estrés), factores nutricionales (hábitos alimenticios) y factores iatrogénicos (antibióticos y otros medicamentos).

Para complementar los beneficios que tienen esas bacterias para el cuerpo humano, podemos agregar que recuperan la energía en forma de ácidos grasos de cadena corta; producen de vitaminas; tienen efectos favorables para la absorción de calcio; previenen de la invasión de agentes infecciosos o el sobre crecimiento de especies patógenas; y favorecen el desarrollo y modulación del sistema inmune.

A cuidar nuestra microbiota! Hagamos lo posible por mantener hábitos saludables en nuestra alimentación y un equilibrio en lo que consumimos.


Dra. Zulay Rivera / Unimel

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jueves, 1 de agosto de 2019

Aunque el sol es vida… También hay que protegerse


Todos hemos escuchado con mucha frecuencia, acerca de los beneficios que trae el sol para cualquier ser viviente.

El sol es vida, es energía, es salud, es vitalidad. El sol lo es todo… Los rayos solares son radiaciones electromagnéticas emitidas por el sol, que producen luz y calor. No son todos iguales  y se diferencian por la longitud de onda que alcanzan. Algunos son visibles y otros son imperceptibles al ojo humano. Estos últimos son nombrados rayos ultravioleta, también conocidos como rayos UVA.

En el caso del organismo humano, la luz solar es fuente de la tan necesaria Vitamina D, imprescindible para la absorción del calcio que nos permita mantener nuestros huesos fuertes y sanos.



También se ha comprobado su efectividad para mejorar la respuesta muscular, la capacidad del trabajo cardiovascular, disminución de la presión sanguínea, bajar el colesterol en la sangre, estimulación de terminaciones nerviosas, incremento de la respuesta inmunológica, y un sinfín de beneficios por mencionar…

También mejoran nuestro ánimo, son recomendados en caso de psoriasis.

Pero sabías que el llamado “Astro Rey”, es también responsable de muchas afecciones en nuestra piel?

En nuestro hemisferio, es tradicional que, durante los meses de julio y agosto, las personas tomen vacaciones y comiencen a disfrutar de largos periodos bajo la luz solar, y muchas veces sin protección alguna.


En este artículo, abordaremos las consecuencias de exponerse al sol sin considerar los cuidados mínimos necesarios, y qué debe hacerse para evitar ser víctimas de terribles daños en la piel, ocasionados por descuido o desconocimiento acerca de los efectos nocivos del sol en nuestro organismo.

Riesgos

Se han asociado los siguientes padecimientos a la exposición no controlada y sin protección alguna, a rayos ultravioleta procedentes del sol:

Eritemas, quemaduras de primer y segundo grado, cáncer, melanoma, envejecimiento prematuro (manchas, arrugas profundas, pérdida de elasticidad de la piel), maltrato de la capa epidérmica,  e incluso cataratas son algunas de las principales dolencias asociadas al “abuso” de sol.

Ahora bien, los cuidados deben extremarse en regiones en las cuales la incidencia de la luz solar es mayor en determinada época del año.


¿Y cómo nos protegemos?

Reducción del tiempo de exposición solar: Se recomienda tomar el sol a primeras horas de la mañana, y al finalizar la tarde. Debe evitarse, en todo momento, el llamado “sol de mediodía”.

Se debe buscar la loción o crema de protección solar que más nos favorezca o, en todo caso, la que nos haya sido recomendada por el especialista, luego de determinar el tipo de piel que tenemos. Al respecto, incluso, hasta en esos días en los cuales el firmamento se ve con mucha nubosidad, se recomienda el empleo de estas lociones. En el caso de ambientes soleados, debe aplicarse varias veces durante el día o el tiempo de exposición.

En ningún caso, debe exponerse a los bebés y a los niños directamente al sol. Actualmente existen atuendos confeccionados con fibras resistentes al paso de los rayos UV hacia la piel. Protégelos con lociones con un alto porcentaje de FPS. 

En todo momento trata de usar lentes y sombreros, así como ropa fresca y ligera.

Algunos alimentos también  ayudan a mejorar nuestra resistencia al sol. Ciertas moléculas naturales como los carotenos, la vitamina C que se encuentra en frutas y vegetales y la vitamina E contribuyen a suplir la protección solar cuando nos exponemos al sol.

Ahora bien, luego de conocer los beneficios, y cómo protegerse de sus efectos nocivos y disfrutar del sol sin causar daño a nuestro organismo, dispóngase a tomar un merecido descanso y de las posibilidades que  éste le brinda sin abusar de los rayos solares.

Si requiere mayor información acerca de los daños ocasionados por el exceso de luz solar, o un diagnóstico adecuado acerca de alguna dolencia relacionada con este aspecto, en Unimel estamos a su disposición, ya que contamos con profesionales médicos especialistas en dermatología y que, sin duda alguna, podrán apoyarle en sus requerimientos.

Dra. Ingrid Rivera
Unimel

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