Un tatuaje, no necesariamente tiene por qué acompañarte toda la vida. A veces tan solo nos cansamos o nos arrepentimos de haber dibujado nuestra piel. Las circunstancias son diversas para querer deshacernos de esa especie de marca que, en algún momento, pensábamos que la queríamos para siempre con nosotros.
Pero las razones cambian. Y de
repente tan solo deseas borrar los trazos de tinta de tu epidermis. O dejar tu
piel como un lienzo en blanco para volver a colorearla. Otras personas
necesitan borrar una parte de la figura, y tatuarse sobre ella. Y como para
casi todo en este mundo hay solución, te contamos que es posible utilizar
tecnología láser para desaparecer los tatuajes.
Este es el más habitual de los
procedimientos. No tiene efectos secundarios graves y es considerado el más
eficaz de todos.
Sin embargo, no cualquier equipo de láser sirve para esos fines. El indicado en estos casos es el llamado láser de pulsación ultracorta, el cal actúa emitiendo ráfagas a altas temperaturas, cortas y rápidas, lo que hace posible calentar y separar las partículas de tinta. Pero sigamos contándote… No todo es tan sencillo, ya que al haber diferentes pigmentos de tinta, también son requeridas diferentes ondas de luz, ante lo cual debe programarse cuál es la correcta.
Así que los tatuajes en los cuales
se emplean variados pigmentos, requieren más de un adaptador para descomponer
cada uno de ellos. Al láser también le
son de gran utilidad la función que llevan a cabo los glóbulos blancos, ya que
una vez que el rayo de luz desintegra las partículas de tinta, los glóbulos
blancos las atrapan y las transportan hasta el hígado para que este haga su
papel de eliminarlos junto a otros objetos extraños y toxinas en el cuerpo.
Hay que tomar en cuenta que se requieren varias sesiones para la eliminación total (o casi total en algunos casos) de un tatuaje. Entre sesión y sesión, debes dejar que tu cuerpo descanse por lo menos unas 6 semanas.
Unimel pone a tu disposición la
tecnología láser para la eliminación definitiva de tatuajes. El láser
Q-Switched Nd:Yag es el más usado en estos casos, puede tratar de forma eficaz
una gran variedad de tintas de los tatuajes. Este cabezal emplea la longitud de
onda de 1064 nm para tratar las tintas oscuras de los tatuajes como las tintas
negras (que aparecen en más de la mitad de los tatuajes realizados), azules y
verdes. Y la longitud de onda de 532 nm para tratar los colores vivos como el
rojo, el naranja y el amarillo.
¿Quieres entonces borrar esas
marcas de tu piel? Agenda una cita con nuestros especialistas.
Dra. Zulay Rivera / Clínica Unimel
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