El estrato córneo es la capa más superficial de la
epidermis, y por ende, la que tiene mayor exposición a factores climáticos y de
toda índole. Es también asiento de los poros de las glándulas sudoríparas y las
aberturas de las glándulas sebáceas.
Está formada por células escamosas muertas, planas y
delgadas que se desprenden continuamente, en un proceso que dura
aproximadamente dos a tres semanas, siendo reemplazadas por otras. Es un factor
de protección para la piel en forma de película plana. Debido a que es un
estrato superficial de la piel, su grosor varía según la parte del cuerpo
siendo muy gruesa en palmas y plantas.
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| Imagen tomada de: https://www.esteticareal.com/2015/07/piel-lo-basico-el-estrato-corneo-y-la_14.html |
La capa córnea apenas permite el paso del agua y de
sustancias solubles, con excepción de las de bajo peso molecular. Esta barrera
se debilita cuando la piel está expuesta al agua por mucho tiempo.
Por tanto, se podría afirmar que el estrato córneo ejerce una
acción barrera de tipo físico porque depende de propiedades osmóticas, ligadas
a la humedad relativa, al grosor e integridad del estrato.
Se considera una piel deshidratada aquella que no alcanza
un 10% de contenido hídrico en el estrato córneo. Por esta razón, esta piel
refleja aspereza y falta de extensibilidad.
Con la edad, no sólo desciende la capacidad de retención de
agua en el estrato córneo, sino que también disminuye el contenido acuoso en la
capa dérmica. Así, el tratamiento dermocosmético de una piel madura debe contemplar,
entre otros, activos hidratantes.
Los productos hidratantes ofrecen una solución fácil y
práctica a este problema que es más común de lo que pensamos. Cuando la
queratina del estrato córneo de la epidermis no retiene suficiente cantidad de
agua, su flexibilidad se ve reducida, tornándose frágil y quebradiza.
Esto puede suceder de forma habitual, en razón de nuestras
condiciones diarias de vida, o bien suceder sólo cuando nos exponemos a
factores ambientales extremos, que provocan una pérdida de agua por evaporación
superior a la normal (viento y frío intenso en invierno, sol y calor en verano,
etc.).
En todo caso, es de suma importancia el mantener la piel
perfectamente humectada e hidratada y protegerla de factores extremos que
pueden acelerar el proceso de descamación del estrato córneo.
Dra. Zulay Rivera
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