Muchas
veces, sobretodo en la época de verano, salimos a la calle con la protección
necesaria para cuidar la piel de las inclemencias del sol, pero nos olvidamos
de nuestro cabello… Quizá no sabemos de qué manera pueden afectar las
radiaciones ultravioletas del sol a la integridad del pelo humano.
La sal del
mar, el cloro de las piscinas. La contaminación ambiental, el viento, la
humedad. Todos esos factores, aunados al “exceso de sol” se suman para castigar
el cabello.
Entonces
comienza a hacerse más frágil, quebradizo. Se deshidrata y pierde color. El
brillo y la luminosidad que caracterizan a un cabello sano, desaparecen por
completo. Por el efecto de los rayos UV, se altera la queratina del cabello,
ese componente natural que lo protege naturalmente de las inclemencias del
tiempo.
Pequeñas
dosis de sol, no hacen daño. Pero, todo exceso es perjudicial, y más para la
delicada estructura del cabello humano.
El pelo está
recubierto de una capa de lípidos y agua que envuelve la superficie y lo
protege. La parte más externa del pelo está envuelta por escamas que van
selladas. Cuando el cabello está expuesto, en este caso al inclemente sol,
pierden la unión entre ellas y se abren, perdiendo el agua y los lípidos.
El sol también
es responsable de la oxidación y formación de radicales libres, lo que hace que
se altere la cisteína. La cisteína es un aminoácido no esencial y principal
constituyente de la queratina. Esto hace que las puntas se rompan y la melanina
se aclare. También altera
la cutícula, lo que se traduce en una pérdida de agua, aminoácidos, lípidos y
pigmentos.
Lo anterior
puede hacerse más evidentes en aquellas personas que se han realizado
decoloraciones, tintes o tratamientos que debilitan el pelo y que alteran su
capa de agua y su defensa natural. Los cabellos más claros son más sensibles.
¿Cómo protegerlo?
- Si
estás expuesta al sol por largas horas, humedece tu cabello con agua directamente en una ducha
o con un spray.
- De
suma importancia es la aplicación de protector solar para el cabello. En
caso de que no lo tengas, usa una mascarilla capilar
- Hidrátalo
con aceite reparador para tu cabello, entre ellos te recomendamos el
aceite de aguacate, ya que es un protector solar natural
- Si tu
cabello es largo, sugerimos que lo trences. De esta manera no se enredará minimizas la fricción causada
por el viento sobre el cabello.
- Siempre, pero siempre ten a mano
un sombrero de ala ancha, aunque tengas el cabello corto
- Apenas mojes tu cabello en el
mar, inmediatamente refréscalo con agua dulce
- Es de suma importancia que, al
salir del mar, laves el cabello
con champú lo más pronto posible y luego aplica un acondicionador intensivo por
varios minutos
- Finalmente, hidrátate mucho con agua, agua de
coco, jugos de frutas y consume alimentos ricos en vitaminas y
antioxidantes. Eso reportará grandes beneficios para tu cabello y tu piel
- Lo más importante: Evita, en
todo momento, exponer tu cabello al sol de manera inclemente
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