Fotobiología, rayos UV y piel

Dentro de esta especialidad, se evalúan los factores fotoquímicos y fotobiológicos de las radiaciones ultravioleta sobre la piel, para lograr determinar cuáles son los elementos que protegen la piel de los individuos de esas radiaciones, ya que estas condiciones varían de un paciente a otro.

Estudiar el efecto de la radiación “no ionizante” sobre los seres vivos, es la función principal de la Fotobiología.

En el caso del análisis de los cambios que se suceden en la piel del ser humano por efectos de esa radiación ambiental “no ionizante”, la fotobiología cutánea investigará los efectos biológicos de la exposición a la radiación solar, tanto los precoces, como los retardados y los crónicos con especial énfasis en la fotocarcinogénesis.

Cada individuo posee un escudo biológico de protección frente al sol, el cual va deteriorándose progresivamente en la medida en que este se exponga sistemática y repetitivamente frente al sol durante su infancia y adolescencia. Estos factores son la capa cornea, el pigmento melánico (pigmentación temprana o tardía), anti-radicales libres, el ADN y el fototipo cutáneo. 

Las consecuencias son visibles: Entre ellas, podemos citar Quemadura Solar (Eritema), Fotosensibilidad, Fotoenvejecimiento, Dermatosis por fotoexposición y fotoagravadas, Fotocarcinogénesis (cáncer de piel) y lesiones oculares.

Así que el exceso de exposición al llamado “astro rey”, sin protección alguna, puede llevar a consecuencias irreversibles para nuestro organismo. Para ello se recomienda:

• Evitar la exposición directa al sol entre las 9:00 a.m.  y las 3:00 p.m.
• Uso de protectores solares de acuerdo al biotipo cutáneo, edad, actividad laboral, enfermedad concomitante, maquillaje
• Usar elementos de protección UV (sombreros de ala ancha, gafas, guantes, sombrilla, ropa UV)
• Evitar lámparas de bronceado
• Ingerir mucha agua

Dra. Zulay Rivera / Unimel

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